jueves, 11 de diciembre de 2008

martes, 2 de diciembre de 2008

Y ahora más que nunca...

Nos casamos, y estamos esperando la llegada de nuestro bebé. Aquello que empezamos a planear pocos meses después de conocernos, llegó. Llegó lo que tanto buscamos, lo que tanto ansiamos.

Nuestra vida va a cambiar radicalmente, y lejos ya de pensar en alianzas que ya ocupan nuestras manos y nuestros corazones, pensamos en la ropa para nuestro hijo y todo lo que a él le vaya a hacer falta. Más allá del amor que desde ya le damos y juntamos para el día que lo veamos por primera vez, estamos pendientes de que todo lo que pueda tener lo tenga.

Y así van pasando los meses, así van pasando los días, vemos pasar por nuestras narices las semanas y ya casi no falta nada, un suspiro más, un parpadeo más, un aliento más que nos ayude a aguantar lo que quede de espera. Y sus pataditas son ese aliento, porque nos hace saber que está y que sabe que estamos para él, y cada control, cada latido de su pequeño corazoncito es lo que nos da fuerzas a seguir esperando. Una semana más, una semana menos.

Ese destino al que tentamos: llegó, y somos más felices que nunca.

Soy feliz por estar a tu lado, feliz por ser tu esposa, feliz por tener dentro mío vida que creamos con tanto amor.

Gracias por darme la posibilidad de hacerme vivir esto tan intenso a tu lado.

Lady of Swords